Experiencia con ancianos

Publicado: 11 de mayo de 2012

Como prometí continuo con mis vivencias en Mozambique, la experiencia de tratar con ancianos cuando ya estás próximo a entrar en la llamada tercera edad te hace recapacitar , ver muchas cosas que parecía lejanas, muy cercanas y sobre todo sentir la soledad de estas personas y su necesidad de cariñoEn el centro hay 60 mujeres y 24 hombres, pocos reciben visitas, porque no tienen familia o una vez que están aquí se desentienden de ellos.

Hemos iniciado un programa de animación que comienza con la oración de la mañana, después ejercicio físico, casi todo sentados, porque la mayoría no tienen mucha movilidad y muchos están en silla de ruedas, hay que traducir todo, de eso se encargan unos estudiantes de Trabajo Social que están en prácticas y me ayudan, juegos con balones y actividades con música. Después comienzan a pintar una fichas en colores, como no hay muchas pinturas colocamos una caja para cada 6 y se van pasando el color. Algunos no han ido a la escuela y no saben escribir ni como coger un lápiz, pero se esmeran en hacer bien el dibujo, el que sabe pone el nombre y a los otros se lo ponemos , así si no han acabado la ficha continúan al día siguiente. Alguno pintan dos fichas cada día y la Hna dice que estamos gastando mucho papel y pinturas. Al final haremos una exposición colgando las fichas en un lugar visible pro todos.

Aprovecho para pedir, a lo que podáis, reunir pinturas de cera para que se pueda continuar este trabajo.

Hay un grupo de ciegos con muchas ganas de trabajar y como no pintan y tienen buena movilidad están haciendo ejercicio con gomas que les encanta.

También colaboro en el comedor , para servir o encargarme de clorar el agua o dando un minicurso de primeros auxilios a las postulantes que viven aquí con las Hnas, algunas de ellas están becadas por el Consejo de Cooperación de la UVA .

Aunque casi no salgo del Lar no paro y acabo cansada pero me siento muy bien cuando llega la noche ( a las 17,30 h) y es el momento de hablar, si hay conexión, con mi familia.

Marisa Manrique